Hola interviajer@as, quisiera compartir con vosotr@s un bonito poema de J.L. Borges sobre la amistad. Hace tiempo que no reflexionamos juntos sobre alimentar el espítitu que, en estos tiempos tan difíciles es muy necesario para no dejarnos manipular por aquellos que nos han llevado hasta esta situación. Cuando pongo el televisor, sólo oigo temas económicos, devaluación de todo tipo de creencias espirituales, ensalzamiento del materialismo, ... ¿pero nos ha ofrecido algo bueno esta mentalidad?. Yo pienso que no, estamos ante una grave crisis y encima, el que se ha creído a estos pensamientos, está sólo y con pocas posibilidades de que alguien le ayude. Es por esto que debemos empezar a cuestionarnos a quién nos escuchamos y debemos volver a las tradiciones de família y amigos que hemos ido abandonando. Y si no, ¿quién nos está ayudando en estos momentos?. Así que, con este poema, pretendo reivindicar la solidaridad y el amor y comprensión hacia los demás."No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuesta
para tus dudas y temores.
Pero puedo escucharte
y compartirlo contigo.
No puedo cambiar
tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites
estaré junto a tí.
No puedo evitar que tropieces,
solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías,
tus triunfos y tus éxitos
no son míos,
pero disfruto sinceramente
cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones
que tomes en la vida,
me limito a a poyarte,
a estimularte
y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites
dentro de los cuales acutar.
Pero sí te ofrezco ese espacio
necesario para crecer.
No puedo evitar tu sufrimiento
cuando alguna pena
te parta el corazón.
Pero puedo llorar contigo
y recoger los pedazos
para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres
ni quién deberías ser.
Solamente puedo
amarte como eres
y ser tu amigo.
En estos días pensé
en mis amigos y amigas.
No estabas arriba,
ni abajo ni en medio.
No encabezabas
ni concluías la lista.
No eras el número uno
ni el número final.
Dormir feliz.
Emanar vibraciones de amor.
Saber que estamos aquí de paso.
Mejorar las relaciones.
Aprovechar
las oportunidades.
Escuchar al corazón.
Acreditar la vida.
Y tampoco tengo
la pretensión de ser
el primero,
el segundo
o el tercero
de tu lista.
Basta que me quieras como
amigo.
Gracias por serlo.
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