lunes, 5 de diciembre de 2011

RECETA SANA, FACIL Y A PRECIO DE RISA

Bienvenid@s amantes de los interviajes!!!!!!. Hoy voy a facilitaros una receta de pescado que me inventé y que he preparado en muchas ocasiones y siempre quedo estupendamente. Compraremos filete de pescado (el tipo que queráis) congelado. En el plato de servir, pondremos el filete congelado (o descongelado, sólo variará el tiempo de concción), un poco de miel por encima del filete (un cordón fino que vaya de punta a punta), un chorrito de aceite de oliva, un minichorrito de leche también por encima (la leche puede ser opcional pero se come el sabor a congelado), sal y pimentón rojo dulce. Se pone al microondas el como 1-2 min., al ser un filete se cuece enseguida así que, mejor parad el microondas e id viendo el proceso. Si habéis puesto el filete descongelado, menos tiempo. Pensad en tapar el plato para que no salpique y no se seque. ¡Ya veréis qué pasada! Tengo amigos de paladar muy fino que han sido incapaces de saber que el pescado era congelado. Espero que os guste y, como veis, la complicación es mínima y el precio de risa. Contadme qué tal os ha ido con la receta. Si no me hes posible comunicar con todos vosotros antes de Navidad (ya sabéis, el corre-corre de las empresas en estas fechas).......¡FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS INTERVIAJER@S! QUE EL NUEVO AÑO NOS DEPARE A TODOS FELICIDAD Y MENTE SANA!

viernes, 25 de noviembre de 2011

CALORIAS Y ACTIVIDADES COTIDIANAS

¡Cómo va todo interviajer@s!. Yo sigo aquí mas lanzada que nunca para que este proyecto funcione. Buf! estuvo tanto tiempo parado.... como yo. Fue muy difícil adaptarme a una situación límite económica. Cómo sobrevivir a la crisis ocupaba todo el espacio de mi cerebro y se convirtió en monotema. No penséis que fue lo mejor que hice, al contrario. Me quedé sin mundos de ideas y me limitaba a vivir en un mundo cerebral oscuro que no favorecía nada la creación de la imaginación y la plasticidad cerebral. Ya se que para muchos, el simple hecho de no haber caído en una depresión, es tarea más que suficiente en estos casos pero, creedme, ¡debemos hacer más!. No me siento orgullosa de esa época. Debería haber hecho más. Mi cerebro es mucho más y podía haberle exigido más. De todas formas, vale como experiencia y como conocimiento para crisis futuras, personales o sociales.
Bueno, eso ya pasó a la historia. Hoy quisiera compartir con vosotros una lista de las calorías que quemamos con las actividades cotidianas que me dió un compañero en un curso.
Tened en cuenta que las calorías que aparecen son por minuto.
* Pasar la aspiradora = 3,8 cal.

* Lavar platos = 2,6 cal.

* Barrer = 2,2 cal.

* Fregar el suelo = 2,5 cal.

* Hacer camas = 3,0 cal.

* Lavar ropa = 2,7 cal.

* Planchar = 3,1 cal.

* Cocinar = 2,4 cal.

* Limpiar ventanas = 4,0 cal.

* Ver televisión = 0,5 cal.

* Conducir = 2,0 cal.

* Pasear (a 3,5km/h) = 3,0 cal.

* Caminar (a 5km/h) = 4,0 cal.

* Bajar escaleras = 6,8 cal.

* Subir escaleras = 17,5 cal.

* Dormir = 1,0 cal.

Por cierto, los que seguís mis artículos a través del correo electrónico, si escribís en el blog directamente, podremos ser más a la hora de resolver dudas o compartir experiencias.

¡¡¡¡¡¡¡¡No me negaréis que es super curioso!!!!!!!!!

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO CAMBIAR DE OPINION?

¿Por qué nos cuesta adaptarnos a las cosas nuevas? He pensado mucho en esto porque no tenía muy claro que mantener la misma opinión sobre algo a lo largo de mucho tiempo (a veces de muchos años), fuera algo beneficioso para el ser humano... El mundo cambia cada vez más rápido: las modas duran menos, los anuncios son más cortos para que veamos más en el mismo tiempo, los intercambios culturales ocurren antes... Entonces, ¿qué sentido tiene aferrarme a una idea por el simple hecho de que siempre ha sido así?
Cambiar de opinión forma parte de vivir en este mundo y la posibilidad de adaptarte y tener éxito en él. Entonces, ¿de dónde procede el instinto de no querer cambiar de opinión, llamar "chaqueteros" a los que lo hacen, etc.?
Pienso que, por la forma tan pasional con que defendemos nuestras ideas, tiene que ver con algún insstinto primario y, ¡qué más primario que el instinto de supervivencia!
Al inicio de nuestros tiempos como raza humana, el hombre vivía con muchas carencias: no disponía de alimento cuando quería, no controlaba el medio donde vivía, ... El mundo era hostil y necesitaba de unos mínimos estables, que no cambiaran: su territorio, su tribu, su cueva. Lo que hacía que pudiera sobrevivir en ese mundo. ¡De ahí, pienso, tenemos grabado a fuego el tema de no cambiar.
Pero al igual que ya no vivimos así, deberíamos no pensar así. Tenemos que cambiar el "chip" de ver como algo muy negativo el hecho de cambiar de opinión nosotros o el resto de la gente. Debemos utilizar esa plasticidad cerebral de la que tanto hablan ahora los científicos y abrir "nuevas rutas" en nuestro cerebro que nos lleven a enterrar esas ideas tan primitivas y encontrar mundos de ideas nuevos que, al fin y al cabo, son los portadores de la "creatividad". ¿O no va de eso el mundo del siglo XXI? Las fortunas actuales son de gente creativa (mirad a Bill Gates). Pensad en ello y ¡buscad el éxito!. Es sólo cuestión de pensar como ellos.